Síndrome de Procusto, cuando no toleras que a los demás les vaya mejor que a ti.
- Emmanuel Hernandez
- 17 mar 2020
- 3 Min. de lectura
¿Has escuchado alguna vez el nombre de este Síndrome? No es muy común de hecho, pero si lo son sus síntomas y forma de manifestarse. Su nombre deriva de un antiguo mito griego que explica la historia de un hombre llamado Procusto, este personaje alquilaba su vivienda a viajeros que iban de paso y los atendía amablemente, los hacia sentirse como en casa con el fin de que pasaran la noche ahí.
Procusto tenía una cama donde los invitaba a acostarse, en la noche cuando se dormían; aprovechaba para amordazarlos y atarlos. Si la persona era más alta y sus extremidades (pies, manos o cabeza) salían de la cama, procedía a cortarlos, por el contrario si era más baja, les rompía los huesos y estiraba sus extremidades para ajustarlos a las medidas de la cama. El objetivo era que todos los visitantes encajaran perfectamente en la cama que él había diseñado.

Así como Procusto no permitía que ningún visitante fuera mas grande en medida o más chico que la cama que el diseñó; hacen las personas que padecen este síndrome con sus victimas, ajustan el éxito que obtendrán los demás para que sea menor al suyo, tienen un pensamiento en donde creen que sólo ellos pueden sobre salir en la vida y los demás no deben lograr cosas mayores porque se sienten frustrados, desvalorados, insignificantes o en segundo plano.
Aunque clínicamente este síndrome aún no se encuentra descrito en el DSM-V o el CIE-10 (manuales de diagnóstico psicológico) si cumple con características psicológicas que son de importancia para ser tratado.
Por ejemplo: la persona Procusta suele ser manipuladora, narcisista, sólo se preocupa por ella y su bienestar, no le importan los demás, teme al cambio pues cree que esto le puede afectar, su principal objetivo será deshacerse de quien parezca y sea más brillante/inteligente de forma hostil y boicoteandola por simple intolerancia y puro egoísmo, desea acaparar todo para darse a notar y ser única, cree que no puede haber algo peor que verse superada por los demás en cualquier aspecto por pequeño que sea.
«Procusto: – Si sobresales, te cortaré los pies. Si demuestras ser mejor que yo, te cortaré la cabeza…»
-Mitología griega-

Es muy común que las personas que padecen este síndrome las encontremos en el trabajo, en la escuela o incluso en nuestra vida personal, siempre se muestran muy amables y confiables, es la primera impresión que darán pues necesitan conocer bien a sus victimas, sin embargo no siempre lo son. Piensa por un momento, ¿a quien te recuerda cuando has leído este artículo?, un amigo, un compañero del trabajo o escuela, o quizás un familiar, recuerda como es su comportamiento usual y entonces has una reflexión, ¿Cómo podrías evitar que este comportamiento afecte tu vida?.
Cuando comenzamos a relacionarnos con personas de trato complicado caracterizadas por determinados trastornos, conductas o comportamientos nocivos, lo recomendable es poner distancia y estar siempre alertas, no significa que nos alejemos por completo o dejemos de hablarles, me refiero al hecho de mantener la convivencia con cierta distancia para evitar que nos cause conflicto o problema futuro.
Es importante mencionar que cuando tenemos una relación de amistad con una persona Procusta; alejarnos no será tarea fácil, debido a que ellas al notar nuestro distanciamiento se enojarán y se sentirán ignoradas, lo que traerá como consecuencia que traten de boicotear todo lo que hagamos con el fin de lograr nuestro fracaso. Esto ocurre porque su inseguridad no permite que otros logren metas que ellas no se creen capaces de lograr.
¿Cómo se puede atender este Síndrome? Con ayuda de Psicoterapia es posible ayudar a la persona que lo padece y a quienes se relacionan con ella, es importante saber que gozar de una salud mental equilibrada es igual de importante e indispensable que la salud física, por ello los invito a contar con un Psicoterapeuta de cabecera que los pueda ayudar cuando lo necesiten.
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